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2 de agosto de 2014

Pareja del empresario reconoció que él pagó la obra en el penal

(territoriodigital.com) Argumentó que lo hizo para colaborar con la institución y los demás detenidos, y no para lograr beneficios propios. Contradicciones con la versión brindada por el SPP.
Versiones cruzadas y contradictorias propició la información publicada ayer por este diario respecto a los privilegios que tendrían algunos internos VIP en la Unidad Penal III de esta localidad. La situación puntual de un conocido empresario local, condenado en 2013 a doce años de prisión por el abuso sexual de dos de sus hijos, generó la reacción del Servicio Penitencia Provincial (SPP) plasmada a través de un comunicado de prensa.

Por su parte, la pareja del citado interno se contactó con El Territorio para dar su versión de los hechos y reconoció que el comerciante pagó el cerramiento de una galería situada en el módulo C de la penitenciaría, corroborando lo publicado en la víspera.
 La mujer indicó que la intención de su marido fue “colaborar con la institución y los demás detenidos que están estudiando en la escuela del penal. Hubo una donación de libros y la idea fue construir una biblioteca, por eso se cerró esa galería”.
 De todas formas, fuentes internas mencionaron que la versión de la biblioteca surgió para “tapar que están haciendo un sector privado” para el empresario, quien actualmente reside en el módulo C para internos en fase de confianza, lo que no le correspondería por el tiempo que lleva recluido.
 En tanto, personal del SPP que cumple funciones en la cárcel de Eldorado denunció que luego de lo informado en este medio, las autoridades les exigieron que entreguen sus teléfonos celulares en búsqueda de las fotografías publicadas ayer.
 “La nota causó mucho revuelo porque se puso en evidencia que los desmanejos siguen. No se puede violar así la privacidad del personal, porque el celular es algo privado, pero si uno no deja que revisen es peor, porque te persiguen. Es todo al revés acá, los internos pueden tener celulares y al personal nos revisan”, lamentaron.
 Por su parte, desde el SPP insistieron en que “ningún interno goza de privilegio alguno”.
En cuanto al avance de fases del tratamiento penitenciario, mencionaron que “son evaluados por el Tribunal de conducta de los establecimientos y organismos técnicos competentes y luego son avalados por los tribunales penales que entienden en cada causa”.
 Sobre las obras que se están realizando en el módulo c, reconocieron que “efectivamente en los últimos meses se ha encarado una obra de mejoramiento en dicho lugar, que está relacionada a la construcción de un espacio que será destinado al sector de carpintería y de manualidades de laborterapia y una biblioteca de la Escuela Especial 23”.
 En otro párrafo indicaron que la obra se realiza con “el aporte y donaciones de la comunidad y de empresas de Eldorado”, pero obviaron mencionar que el empresario en cuestión puso el dinero, tal como reconoció su propia pareja.
 Se trata de una cuestión al menos polémica, ya que el condenado realizó un aporte monetario a la entidad donde se encuentra detenido, una situación que podría propiciar que reciba beneficios en el trato.
 Por otra parte, fuentes internas mencionaron otras irregularidades, como la instalación de carpas en el patio, y que los internos abonarían una suma para mantener relaciones sexuales en ellas, lo que ya fue denunciado el año pasado.
 Cuatro oficiales que cumplían funciones en el penal fueron procesados en 2014 por “abuso de autoridad, violación e incumplimiento de los deberes de funcionario público y peculado”.