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5 de septiembre de 2014

Cerati, el tabaco y el riesgo de sufrir un ACV

(Yamisiones.com) Alguna vez Gustavo Cerati confesó que fumaba hasta 30 cigarrillos por día. Su muerte dispara la necesidad de reflexionar sobre la relación entre el ACV y el tabaquismo. El riesgo de sufrir un ictus isquémico, como el que padeció el músico, es un 50% mayor entre los fumadores.
El baterista de Soda Estéreo, Charly Alberti, es un luchador contra el tabaquismo. En más de una ocasión contó que perdió a su padre y a varios amigos por el cigarrillo. “No digo que haya sido cien por ciento provocado por fumar, pero es uno de los grandes problemas”, comentó a los pocos días del accidente cerebrovascular o ictus que Cerati sufrió en Colombia el 15 de mayo de 2010.
Por supuesto que no es una causa exclusiva, pero el tabaquismo es un factor de riesgo. Como la ciencia no se ponía de acuerdo sobre su incidencia, a finales de los 80 dos investigadores realizaron un meta-análisis que incluyó 32 estudios separados. Hallaron que el riesgo de que un fumador sufra un ACV es un 50% mayor que el de un no fumador. Es el mismo resultado que obtuvieron en la Universidad de Queensland, en un análisis de 80 investigaciones internacionales publicadas entre 1966 y 2013.
Más cerca en el tiempo, investigadores del Hospital de Ottawa, Canadá, realizaron un seguimiento durante más de dos años de casi mil pacientes en una clínica de prevención de ACV. Hallaron que la edad promedio de los fumadores era 58 años y la de los no fumadores, 67 años. En otras palabras, concluyeron que el tabaco adelante el ictus unos 9 años.
Dos datos más de esa investigación. Uno: en el caso de una hemorragia cerebral, el riesgo de padecerla se multiplica por cuatro entre los fumadores. Dos: los que sufrieron un ictus y siguen fumando multiplican por 10 las chances de repetir un evento cerebrovascular. 
Otro estudio interesante es el de Framingham, una ciudad de Massachusetts, EEUU, donde desde 1948 se analizan las enfermedades cardiovasculares de miles de sus habitantes para contar con un extenso muestreo que ya incluye a tres generaciones. En 1988 se publicaron los resultados relativos al ACV. Se trató de un seguimiento de 26 años sobre 4255 hombres y mujeres de entre 38 y 65 años. El examen no sólo arrojó una relación significativa entre derrame cerebral y tabaquismo, sino que el riesgo aumentó según la cantidad de cigarrillos fumados. En los pacientes que consumían a partir de dos paquetes al día, como en el caso Cerati, la probabilidad de sufrir un ictus se duplicó en comparación con los que no llegaban a diez.
No obstante, la investigación arrojó un dato alentador: el riesgo de ACV se reduce notablemente a los dos años de dejar de fumar y se equipara con el de los no fumadores a los 5 años. Pero como dijo alguna vez Charly Alberti sobre Cerati, “el tipo no dejó de fumar nunca”.
La afirmación tiene una excepción. En 2006, Cerati sufrió una tromboflebitis mientras grababa el videoclip del tema Crimen. La escena de su “último” cigarrillo quedó registrada y todavía se puede ver.
Al poco tiempo, el propio Cerati se refirió al tema en una entrevista con la revista Rolling Stone. “El otro día estaba viendo algunas cosas, momentos antiguos registrados en videos, veía qué tan asociado estaba realmente al cigarrillo a mi vida. No digo que lo haya dejado de estar porque de alguna manera va a seguir estando, como un alcohólico, después de tantos años, pero ya hasta me parece extraño verme así. Hasta pienso que el cigarrillo no me queda bien [risas], que es medio ridículo. Pero básicamente dejé por un susto”, reconoció.
Sin embargo, perdió esa batalla y sus últimos días antes del infarto cerebral lo encontraron fumando casi un cigarrillo por hora. El consumo de tabaco favorece la acumulación de desechos en las arterias y espesa la sangre, dos factores que pueden generar un coagulo. “En un momento dado y por circunstancias varias, puede destruirse y formar un trombo que se va desplazando por el torrente sanguíneo hasta que llega a un vaso muy pequeño, como son los del cerebro, produciendo su obstrucción. En este caso, se genera el llamado ictus isquémico, es decir, la falta de circulación en una zona del cerebro y la muerte del tejido”, explicó el año pasado en su blog el médico Andrés Manini, experto en tabaquismo.
Hay otra cuestión importante: una vez que se sufre el ACV, el daño en los fumadores es mayor y la posibilidad de recuperarse, menor. Cerati no lo superó y falleció luego de estar más de 4 años en coma.