RADIO EN VIVO

27 de octubre de 2014

River dio vuelta el partido, lo ganó y se afianzó en la punta

Los millonarios sacaron ventaja ante Atlético Rafaela de Santa Fe. Tantos de Pisculichi y Rojas le dieron el triunfo al equipo de Gallardo. Para La crema convirtió Montiel.
River no se detiene. Aunque no tuvo su mejor partido y arrancó abajo, se las arregló para ganar 2-1 en su visita a Atlético de Rafaela. Con goles de Leonardo Pisculichi y Ariel Rojas tras el grito de Diego Montiel, alcanzó los 31 puntos en lo más alto de la tabla y, de yapa, igualó su racha histórica sin perder.

En los diez minutos iniciales, River se adueño de la pelota y del campo rival. El primero que avisó fue Carlos Sánchez, que tras una buena jugada colectiva remató por arriba del travesaño, y luego Rodrigo Mora, con un cabezazo que sacó de manera brillante el arquero Esteban Conde.
 Sin embargo, Atlético de Rafaela empezó a acomodarse poco a poco. Y no sólo emparejó el trámite, sino que empezó a dominar el partido, para fastidio de Marcelo Gallardo, poco acostumbrado a que sus dirigidos se vean empujados contra su arco. Tenía razón en preocuparse el Muñeco.
 Porque a los 12’, Montiel se despachó con un derechazo al ángulo como coronación de un contraataque y abrió el marcador para la Crema. Resultó un momento especial para el juvenil de 18 años, que anotó su primer gol en Primera División, en 5 partidos, y lo gritó aún más por ser hincha de Boca (se llama Diego Armando y su hermano, Juan Román, en alusión a Maradona y a Riquelme).
 La Banda sintió el golpe y no pudo reaccionar rápidamente. Por el contrario, el conjunto local se sintió como pez en el agua y dispuso de un par de chances para aumentar, siempre con la misma fórmula: presión en la mitad de la cancha y salida veloz. Si no lo logró, fue porque Lucas Albertengo se mostró muy activo, pero poco fino en la definición.
 En el inicio del complemento, River no se sintió mucho más cómodo que en la primera mitad. No obstante, a los 5’ Pisculichi encontró la solución con un magnífico tiro libre. Y con el 1-1 renació la ilusión de abrazarse a un nuevo triunfo. Un cuarto de hora después, la esperanza se transformó en realidad: Rojas capturó un rebote y, desde afuera del área, estampó el segundo, concretando la remontada. Después hubo algún sofocón, pero la chapa permaneció inamovible.
 No fue una exhibición de juego exquisito, pero sí una nueva demostración de carácter. A falta de seis fechas, la Banda mantuvo el invicto y volvió a tomar distancia de sus perseguidores (Lanús, con 27, e Independiente, con 26), que habían hecho bien los deberes para meter presión.