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3 de octubre de 2014

Testigos detallaron cómo los imputados golpearon a Mercol

(territoriodigital.com) Dos declaraciones aseguraron ver a los acusados por la muerte de Iván, lanzando golpes en el pasillo de salida de Power el 19 de marzo de 2006.
La octava jornada de juicio oral por la muerte de Iván Mercol, volvió a ser negativa para las aspiraciones de los dos acusados por “homicidio preterintencional”, ya que se sumaron testimonios que ubicaron a los presuntos agresores, Sebastián Ruiz y Diego Cantallops en la escena del crimen, y lo que sumó contundencia en su contra, golpeando al joven de 22 años dentro del local bailable Power la madrugada del 19 de marzo de 2006.
Rogelio Correa de 30 años, afirmó con claridad que hace ocho años y seis meses “en la boca del túnel (de salida de Power) veo a Seba Ruiz pegándole golpes de puño y patadas a (Iván) Mercol, y a Diego (Cantallops) que le pega un cachetazo con una copa o un vaso, o algo similar”.
El testigo agregó: “Intento separarlos, y también interviene un seguridad (...) Iván queda como en cuclillas y un guardia lo lleva del lugar (...) después lo vuelvo a ver en la salida del boliche en el piso y que le salían lágrimas de sangre, le hablo pero no me responde y un seguridad me dice que no lo podía tocar”.
Correa, relató que debió salir a la vereda y en la esquina del boliche se reencontró con Cantallops y Ruiz. “Les dije: ‘Cómo lo van a golpear así’, Seba se saca la remera y veo que la tenía rota, me responde que Iván le estaba molestando a la novia”.
Al ser consultado por la fiscal Yolanda Mazal recalcó que oyó “una explosión en la boca del túnel, vi el tumulto, gente peleando y a Seba Ruiz pegando piñas y patadas, mientras que Iván se cubría medio agachado, ahí Diego le pega con una copa o vaso”, reiteró.
También explicó que a Mercol, un empleado de seguridad “lo tomó por los hombros de frente” y lo retiró del lugar de la golpiza, y que fue él mismo quien le indicó a los agresores al personal de custodios.
Ante la inquisitoria del defensor de Diego Cantallops, José Luis Rey, sobre si el estallido que aseguró haber escuchado dentro del túnel fue posterior o anterior al golpe con la copa, Correa amplió seguro de su memoria: “El ruido de la botella lo escucho antes de verlo a Diego atacando con la copa a Iván (...) El golpe fue entre el hombro y la clavícula, casi llegando a la cabeza”.

En la misma línea
El relato que prosiguió a Correa, fue el de otro testigo ocular, Filiberto Diego Betancour, operador de radio, quien esperaba a su amigo para retirarse de Power a las 6 de la mañana, cuando observó el ataque a Mercol. “Estaba al costado de la pista principal central, entre la barra y (el acceso al túnel de) la salida (...) Veo una pelea y a un chico con una botella en una mano y una copa en la otra, primero le pega el botellazo y luego con la copa cerca de la cara”.
“Había mucha gente, llega mi amigo y nos vamos, ahí veo a Mercol en el piso, sentado contra la pared, tenía los ojos cerrados y con un corte”.
El defensor de Cantallops, le realizó preguntas buscando algún resquicio de vacilación o duda, pero el operador de radio no perdió el temple y sostuvo que Cantallops “Tenía en la mano derecha la botella agarrándola del pico y con la izquierda la copa (...) detrás de la oreja derecha le pegó con la botella de arriba hacia abajo, mientras que con la copa le pegó lateralmente”.
Sobre el porqué su testimonio se aportó al expediente, un mes y medio después de la muerte de Mercol, Betancour sostuvo tajante: “Me citó el juez (de Instrucción Penal, Ricardo) D’orsaneo”.
Finalizado el testimonio, Rey solicitó que Betancour sea investigado por “falso testimonio”, medida que no acompañó la fiscal Mazal, quien consideró que “la valoración de la prueba corresponderá al juez (Jiménez) y se verá en la finalización del juicio” cuando dicte su fallo.
César Raúl Jiménez determinó no hacer lugar al pedido del padrino en el juicio de Cantallops. A lo que Rey insistió planteando la revocatoria del testimonio, también rechazada por el juez.

Asistencia
A pedido de la defensa de Sebastián Ruiz, se presentó al iniciar el debate ayer, la pareja de Carlos Espíndola, propietario de Power, Aurora Elizabeth Schultz (43), quien trabajaba en la boletería del local y quien llamó al servicio de emergencias Domin para asistir a Mercol.
Detalló los instantes que transcurrieron desde que fue alertada de que el joven estaba tendido inconsciente a poca distancia de su puesto de tareas.
Pero principalmente, respondió a las preguntas de Hugo Zapana, sobre su parentesco con el encargado de la puerta de ingreso y salida del boliche. “Rubén Franco Bueno es mi primo hermano”. También confirmó que la lista de los “adicionales de seguridad, del personal policial, la confeccionaba la jefa (del área) Marisa Bueno, ella se encargaba de ello”.
Schultz también afirmó que ofreció toda la asistencia posible a la familia Mercol, incluso si era necesario contratar un vuelo sanitario a Buenos Aires: “Es un deber moral hacerlo”. Y remarcó que denunciaron el hecho, la muerte de Iván Mercol, a la empresa de seguros contratada por Power.

Investigarán por falso testimonio a Bueno
La oficial de Policía y ex jefa de seguridad de Power, Marisa Bueno, más un oficial de la seccional Segunda, serán investigados por “falso testimonio”, lo resolvió ayer el juez César Jiménez al aceptar el pedido de los defensores de Sebastián Ruiz y Diego Cantallops, por las irregularidades en que habrían incurrido durante la mañana del 19 de marzo de 2006, una vez ocurrido el ataque a Mercol. Las actuaciones serán remitidas al juzgado penal de turno.
Ayer antes que se inicie el debate, fueron notificadas las partes de la presentación del libro de guardias de la comisaría de Tambor de Tacuarí y Rocamora (Segunda), que no obraba en el expediente. Del instrumento oficial se habrían evidenciado actuaciones irregulares momentos después del incidente fatal dentro del local bailable.
El de mayor atención corresponde a que el oficial Cantero nunca asistió con la agente Karina Silva a Power, ya que para el registro a las 6 de la mañana se había retirado de la guardia para su descanso o franco servicio.
Lo insólito deviene de que Cantero firmó un parte en el que aseguraba haber sido el quien se constituyó con el único patrullero de la Segunda al local, y que al encontrarse cerrado ordenó que Silva se quede de consigna.
A esta hora, la oficial de servicio Sonia Soledad Zuk, como consta en el libro de guardia, fue quien estuvo con el mismo móvil policial realizando las primeras labores pertinentes en Power, entre ellas, la de comunicarse con la División Criminalística para los relevamientos en el lugar del hecho.
Otro de los puntos que se analizarán, será el de establecer si la oficial Marisa Bueno, realmente estuvo en la Seccional Segunda escribiendo su informe de los sucedido con Iván Mercol, o su parte fue confeccionado en la Dirección de Inteligencia de la Policía, dependencia en la que prestaba servicio por entonces.
En el expediente, el relato de la uniformada tiene membrete de la Dirección de Inteligencia, y para el abogado patrocinante de Ruiz, Hugo Zapana, la sospecha apunta a que ella también escribió el informe de Cantero, quien para la misma hora en que fue notificada Zuk del hecho, estaba, según el libro de guardia, de cobertura en un accidente de tránsito.