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3 de noviembre de 2014

Lógica histórica

(territoriodigital.com) San Lorenzo, que penaba con su andar irregular, se recuperó justo ante Boca, que fue una sombra y cayó sin atenuantes por 2-0. Verón fue figura
San Lorenzo encontró ayer la recuperación que necesitaba en su cancha y ante su gente, en un clásico siempre esperado al vencer con claridad por 2 a 0 a un muy descolorido Boca.
El equipo de Edgardo Bauza marcó diferencias desde el comienzo aunque los goles recién llegaron en la segunda etapa.
Gonzalo Verón, con una muy buena producción, fue determinante, pero el vencedor, además, tuvo un mediocampo muy sólido con buenos trabajos de Juan Mercier, Néstor Ortigoza y Enzo Kalinski.
Boca, con una mezcla de titulares y suplentes, no encontró nunca el partido, le costó mucho elaborar juego, y se resignó a su suerte mucho antes del final del juego.
Boca se juega todo ante Cerro Porteño en la Sudamericana y con la derrota en el Nuevo Gasómetro cedió las últimas chances en el torneo local.
El juego comenzó con suma intensidad y con marcada superioridad de San Lorenzo que se paró mejor en la mitad de la cancha. El equipo de Edgardo Bauza fue agresivo en la recuperación y tuvo desequilibrio en ataque a través de Gonzalo Verón.
Al minuto, después de un rebote, un remate de Verón, de frente al arco, se fue apenas desviado sobre el palo derecho, y cinco minutos más tarde fue Juan Mercier el que disparó desde una posición parecida, la pelota se desvió en un defensor, y terminó en tiro de esquina.
Boca llegó por primera vez en el minuto 9 con una acción individual de Federico Carrizo por izquierda que finalizó con un disparo alto, mientras que San Lorenzo respondió dos minutos después con un tiro de Martín Cauteruccio que Agustín Orión contuvo en dos tiempos.
En 11 minutos del segundo tiempo San Lorenzo definió el partido con participación estelar de Verón. Primero a los 6’ cuando el delantero llegó al fondo por izquierda, enganchó hacia adentro, y puso la pelota en la cabeza de Cauteruccio, quien con frentazo abajo abrió el marcador.
Cinco minutos más tarde Verón volvió a irse por izquierda, recibió el pase de Emmanuel Mas, llegó hasta el fondo, enganchó hacia adentro e hizo seguir de largo a toda la defensa, y con un derechazo inapelable amplió la diferencia.
Lo que quedaba de partido ofreció muy poco porque San Lorenzo se contentó con esperar, Boca se consumió en su impotencia y aunque empujó nunca encontró el camino claro.
La única oportunidad concreta que tuvo la visita se produjo a los 36 minutos, cuando un error de Buffarini dejó al Burrito Martínez frente a Torrico, pero el zurdazo del delantero dio en el travesaño. Allí murió la última esperanza por revertir una historia escrita.